Para la libertad



Nadia Mustafá, nuestra reportera poética, ha encontrado otro poema precioso que nos envía para que podamos disfrutar de él. Es uno de sus favoritos y es de un poeta que se llamaba Miguel Hernández


Miquel Hernández acaba su poema diciendo "porque aún tengo vida". En ese momento, él no sabía que luchando por defender esa libertad de la que habla, pronto la perdería.

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos. 

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas. 

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo. 

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada. 

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.

MIGUEL HERNÁNDEZ, El hombre acecha, (1938-39)
 
Disfrutad también de esta versión cantada por Manolo García

 

 

 

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